Biblia y homosexualismo

Por Pablo Isaias Vicioso*

En nuestro mundo occidental, es fácil notar que en los medios de comunicación, en especial la televisión y el cine, desde hace bastante tiempo abundan los personajes y argumentos homosexuales. Este ha sido un medio utilizado por el movimiento gay para ganar terreno dentro de la opinión pública.

Hasta ahora, el Hollywood gay ha resultado ser eficiente en la manera de ir introduciendo personajes y temas gays en los programas de televisión y en el cine, recientemente la película Brouken Mountain, que presenta una historia de “amor” homosexual entre dos jóvenes vaqueros que trasciende en el tiempo, en la misma se destacan escenas fuertes de contenido homosexual. La misma fue nominada al premio de mejor película, por la academia de Ciencias y Artes cinematográfica de Hollywood, considerada favorita para ganar este premio, de ganar se hubiera constituido en un gran triunfo para el movimiento gay; pero fue derrotada en este renglón por la película Crash, que trata sobre diversos problemas raciales en la Ciudad de los Ángeles, California.

En la Biblia encontramos cuatro pasajes que se refieren al tema de la homosexualidad en términos negativos: 1) La historia de Sodoma, desarrollada en el primer libro de la Biblia, el Génesis, Cap.19. 2) los textos de Levítico que enfáticamente prohíben acostarse con varón como con mujer. 3)la descripción que ofrece de la sociedad corrupta, el apóstol Pablo en el primer capitulo de Romanos y 4) referencias del mismo apóstol en (1 Co.6:9-10 y 1Tim. 1:8-11.)

El Teólogo John R. W. Stott, en su libro La Fe Cristina Frente a los desafíos Contemporáneos, entiende que la investigación del tema que nos ocupa debe comenzar con la institución del matrimonio. Expone este distinguido autor que Dios nos ha dado dos relatos distintos de la creación. El primero, en el cap. 1 del Génesis, el cual es general y afirma la igualdad de los sexos, puesto que ambos comparten la imagen de Dios y la mayordomía de la tierra. El segundo, cap. 2 del mismo libro, que es particular y afirma la complementariedad de los sexos, que es la base del matrimonio heterosexual.

El relato bíblico que nos presenta, la Biblia, en el libro de Génesis en sus primeros capítulos 1 y 2, aparte de la creación del mundo y todo lo que existe, nos ofrece el proyecto ideal de Dios para el hombre, visto como varón y hembra. De este modo expresa el orden objetivo de la creación según el designio divino.

En Génesis cap.2 verso 24 se nos dice “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Según esa norma, cualquier amor entre dos hombres o entre dos mujeres es objetivamente una infracción del orden de la Creación y, por lo tanto, antinatural, siempre que estas relaciones lleguen a manifestarse en el plano sexual. La imagen bíblica de la humanidad que nos presenta el relato de la Creación es la de un hombre y una mujer unidos indisolublemente en comunión de amor mutuo para la procreación de los hijos. En consecuencia, a la luz de lo relatado el proyecto de Dios no permite ninguna forma de relación sexual distinta.

Actualmente, se quiere minar la autoridad moral de las Iglesias, tanto católicas como protestantes por hacerle frente a todos cuantos están a favor de estas corrientes gay, que al mismo tiempo las quieren presentar como retrógradas, anticuadas, desfasadas con los tiempos y los últimos descubrimientos de la psicología. No obstante, entendemos que acorde con los preceptos bíblicos, este tipo de conducta no tiene ningún tipo de apoyo.
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* El autor es economista